La naturaleza era un regalo, en la que veía la de un creador. Por eso, se sentía con gran responsabilidad de cuidarla porque a través de ella podía ver y leer a Dios.
La relación con la naturaleza nos es de sujeto y objeto, sino de sujeto – sujeto. No hay una dominación de uno sobre el otro. La naturaleza es parte de la vida del hombre, por tanto, viven en una armonía constante. Esta afirmación vemos claramente en al relación del hombre con la naturaleza.
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